Artículo publicado en nuestra sección Hábitat COAMBA de la revista OTWO nº 68 del mes de marzo de 2025. Desde la Página Nº 30 a la 41.
Autores:
- Francisco Javier Gázquez Martínez, Técnico de Energías Renovables.
- Belén Pérez Pérez, Investigador en el Instituto de Desarrollo Regional.
Impulso sostenible: el papel de las comunidades energéticas en las areas rurales.
Vélez-Rubio y las Comunidades Energéticas
Vélez-Rubio, municipio situado en el sureste de España, es uno de esos pueblos que, a pesar de sus riquezas naturales y culturales, ha sentido el peso del éxodo rural y la crisis energética. Rodeado por el Parque Natural Sierra de María-Los Vélez, este pueblo almeriense, como muchas otras zonas rurales de España, afronta desafíos significativos. A medida que las grandes ciudades continúan creciendo y atrayendo oportunidades, pueblos como Vélez-Rubio se ven atrapados en una encrucijada: con su infraestructura desactualizada y altos costes de energía, mantener una buena calidad de vida se está volviendo cada vez más complicado.
Sin embargo, la iniciativa de crear una Comunidad Energética podría cambiar la historia de este lugar. Estas comunidades permiten que los vecinos se unan para generar, gestionar y compartir su propia energía renovable, de una manera más económica y menos impactante ambientalmente. Modelos como estos han demostrado ser fundamentales en grandes centros urbanos, pero los residentes se convierten en actores activos de su propia energía, con la posibilidad de reducir sus facturas de electricidad y mitigar los efectos del cambio climático.
El Contexto de Vélez-Rubio: Naturaleza, Cultura y Desafíos.
Vélez-Rubio ostenta un lugar privilegiado por su entorno natural. Ubicado en la Sierra de María, es parte de una extensa área protegida por su biodiversidad, lo que lo convierte en un lugar perfecto para el ecoturismo y el contacto con la naturaleza. Sin embargo, a pesar de eestos activos, el pueblo ha visto cómo sus jóvenes emigran a las ciudades en busca de mejores oportunidades.
Este fenómeno no es exclusivo de Vélez-Rubio. El éxodo rural es un problema que afecta a muchas zonas del país generando lo que se conoce como la «España vaciada». Los pueblos pequeños no solo sufren la falta de servicios y oportunidades de empleo, sino que también han de enfrentarse a problemas como la subida de los precios de la energía y, en consecuencia, del resto de bienes y servicios. Ademas, en el caso de Véles-Rubio, las infraestructuras energéticas han quedado obsoletas, lo que encarece los costes de la electricidad para sus habitantes.
Con todo esto en mente, la idea de una Comunidad Energética surge como una solución no solo para abordar los problemas enegéticos del municipio, sino también como instrumento para tejere redes entre la gente que permitan revitalizar la economía local y ofrecer una vía hacia un futuro más prometedor.
¿Qué Son las Comunidades Energéticas y Cómo Funcionan?
Las Comunidades Energéticas son asociaciones de ciudadanos, empresas locales y organismos públicos que deciden unirse para producir y gestionar su propia energía a partir de fuentes de energía renovable. Este modelo permite que las personas se organicen para generar energía localmente, consumirla y gestionar los excedentes. La clave de todo tipo de proyectos así es la participación activa de los miembros de la comunidad, quienes pueden decidir cómo se distribuye y administra la energía.
Las Comunidades Energéticas surgen como una herramienta que permite empoderar a los ciudadanos cambiando los acotres protagonistas en el mercado energético. En lugar de depender de grandes empresas para obtener electricidad, los vecinos toman el control, lo que no solo les da acceso a una energía más limpia y barata, sino que también fomenta un sentido de cooperación y solidaridad en la comunidad.
¿Por Qué es Necesaria una Comunidad Energética en Vélez-Rubio?
Vélez-Rubio, podría aprovechar todas las horas de luz para producir energía solar. No obstante, a pesar de esta ventaja natural, los costos energéticos siguen siendo altos y el suministro es a menudo poco fiable, afectando tanto a los hogares como a los negocios locales. La creación de una Comunidad Energética podría cambiar esta situación drásticamente, haciendo que la energía sea más asequible y garantizando que el pueblo tenga un suministro estable y controlado localmente.
Las facturas de luz en España han sido motivo de preocupación durante años, y los comercios locales en lugares rurales como este han sufrido especialmente. El acceso a energía renovable, producida localmente, permitiría a los pequeños negocios reducir sus gastos operativos, lo que a su vez, fortalecería la economía local. Además, este tipo de proyectos generan nuevas oportunidades de empleo por la necesidad de realizar instalaciones y mantenimiento de sistemas de energía, como la instalación de paneles solares, algo especialmente ventajoso en zonas con altas tasas de desempleo. Asimismo, mejoraría la economía de los pequeños consumidores, reduciendo sus facturas de electricidad.
Otro aspecto importante es que las Comunidades Energéticas fomentan un modelo de desarrollo local más justo y equitativo. En lugar de depender de grandes inversores externos que buscan obtener beneficios, los propios vecinos pueden beneficiarse directamente de los proyectos energéticos. Esto significa que la riqueza generada por estos proyectos se queda en el municipio, en lugar de irse a las sedes de grandes empresas.
Retos y Oportunidades para las Comunidades Energéticas en Zonas Rurales
Sin embargo, uno de los principales retos para la creación de una Comunidad Energética en Vélez-Rubio es la complejidad burocrática. A pesar de que la legislación española ha avanzado mucho en los últimos años en cuanto a la promoción del autoconsumo compartido y la regulación de la figura de comunidad energética, los trámites para poner en marcha este tipo de proyectos siguen siendo largos y complicados. En municipios pequeños como este, donde los recursos administrativos son limitados, esto puede suponer un freno importante.
Por otro lado, la normativa que protege el patrimonio cultural del pueblo también es una dificultad que habría que salvar. El casco antiguo de Vélez-Rubio está protegido por su valor histórico, lo que significa que la instalación de infraestructuras energéticas, como paneles solares, deberá cumplir con ciertos requisitos para no dañar la estética ni el patrimonio rural. Pero, no hay normativa desarrollada al respecto, lo que supone un bloqueo para dar permiso a este tipo de proyectos. Esto se debe a que muchas de las tecnologías legales poco integradas dentro del área declarada como Bien de Interés Cultural, algunas de ellas prohibiendo incluso estructuras auxiliares como instalaciones en las cubiertas técnicas de la edificación.
No obstante, es posible encontrar soluciones que han sido aplicadas en otros municipios y en muchos pueblos históricos de Europa, pero con una planificación cuidadosa, se pueden combinar el respeto por el patrimonio y al mismo tiempo permitir la modernización energética.
A pesar de estas dificultades, las oportunidades son enormes. La ampliación del radio permitido para el autoconsumo compartido (de 500 metros a 2 kilómetros) en 2022 fue un avance importante, ya que permitió a municipios como Vélez-Rubio ampliar los vecinos que potencialmente podrían formar parte de una comunidad energética,sin embargo, esta distancia sigue siendo considerablemnete menor a la de países como Francia, donde se permite compartir energía hasta 20 kilómetros en zonas rurales, medida que podría ser un desahogo para España, dado el elevado número de núcleos pequeños de caracter diseminado en áreas rurales. Además, el creciente interés de los ciudadanos por las energías renovables, impulsado por el deseo de reducir su factura de la luz y su dependencia de las grandes compañías eléctricas, es un indicativo de que este tipo de proyectos tienen un futuro prometedor.
La Voz de los Vecinos: ¿Qué Opinan Sobre la Comunidad Energética?
Uno de los aspectos más importantes de cualquier proyecto comunitario es la aceptación y participación de sus miembros. En Vélez-Rubio, se realizó una encuesta para evaluar el grado de interés de los vecinos en participar en una Comunidad Energética, y los resultados fueron reveladores.
Entre los más jovenes (de 18 a 24 años), el conocimiento sobre el concepto de Comunidad Energética es casi absoluto, y muchos de ellos mostraron un interés claro en participar. Este grupo, afectado por la precariedad laboral y el impacto de la inflación, los costes de vida, ha de superar las limitaciones económicas propias de su etapa vital, y ve en las energías renovables una oportunidad para mejorar su situación económica y, al mismo tiempo, contribuir a la lucha contra el cambio climático.
En las franjas de edad más avanzadas, como los adultos de 45 a 54 años, también se observó una disposición favorable hacia la creación de la Comunidad Energética. Sin embargo, entre los mayores de 65 años, la reticiencia fue notable, en gran parte debido al desconocimiento de cómo funcionan estos proyectos. Esto subraya la importancia de la educación y la comunicación, para que todos los vecinos entiendan no solo los beneficios económicos, sino también los ambientales y sociales.
El descontento con las compañías eléctricas tradicionales también fue evidente. Las tarifas coyunturalmente elevadas preocupan a la población lo que, unida al mal servicio proporcionado por estas empresas, ha generado una importante frustación entre los vecinos. Todo esto puede verse como una oportunidad para la busqueda de alternativas locales. Y, en este sentido, una Comunidad Energética no solo les permitiría ahorrar dinero, sino también tener un mayor control sobre su propio suminsitro eléctrico.
Hacia un futuro Sostenible: Las Comunidades Energéticas como Motor de Cambio.
A medida que el mundo afronta los desafíos del cambio climático y la transición hacia un modelo energético más sostenible, las Comunidades Energéticas representan una solución prometedora. Estos proyectos no solo son una forma eficaz de producir energía limpia, sino que también fomentan la cohesión social y la participación ciudadana, elementos clave para construir un futuro más justo y equitativo.
En Vélez-Rubio, la posibilidad de crear una Comunidad Energética no solo aborda el problema del alto coste de la electricidad, sino que ofrece una oportunidad para revitalizar la economía local, generar empleo y, lo más importante, construir uns comunidad más resuliente y unida. A pesar de las dificultades que aún quedan por superar, desde las barreas burocráticas hasta ña protección del patrimonio cultural, el potencial transformador de esta iniciativa es enorme.
Si bien es cierto que queda mucho por hacer para asegurar que este tipo de proyectos se implemneten de manera efectiva y justa, el interés creciente en las energía renovables y el deseo de los ciudadanos de tomar el control de su propio suminsitro energético, son señales de un futuro prometedor. Las Comunidades Energéticas no solo tienen el poder de transformar la forma en que consume y gestiona la energía sino que también pueden cambiar la dinámica social y económica de municipios rurales como Vélez-Rubio. En última instancia, el éxito de este tipo de iniciativas depende de la colaboración y la voluntad de los ciudadanos, las autoridades y las empresas locales. Con un esfuerzo conjunto, es posible imaginar un futuro en el que la energía no sea solo un bien básico, sino un derecho gestionado de manera justa, sostenible y equitativa por y para la comunidad.
Fuente: Revista OTWO nº 68 del mes de marzo de 2025.
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