Hace unas semanas os invitábamos a colaborar con la revista Green Criminology. Hoy os hacemos saber que un compañero colegiado de COAMBA, Joaquín Lozano, ha colaborado en esta publicación con el artículo: «La (casi) imposible distinción entre algunas infracciones administrativas en materia de medio ambiente y el delito ecológico».
La Green Criminology pone de manifiesto la necesidad de redefinir el concepto tradicional de infracción/crimen y el examen por parte de los criminólogos del rol y la responsabilidad de la sociedad en su conjunto. Los criminólogos críticos, desde hace años sugieren la posibilidad de que las acciones nocivas infligidas a otros (seres humanos, animales o medio ambiente) pueden ser merecedores de la etiqueta de «delito», o dicho de otro modo, puede haber más «delincuencia» que lo que recoge el derecho penal. Muchos criminólogos han sugerido bases para el desarrollo de la Green Criminology como la perspectiva de derechos humanos o el daño social como un punto de referencia mejor que la ley en su sentido más restringido. Si analizamos el concepto “green”, también nos surgen multitud de cuestiones para desarrollar: ¿significa el reconocimiento del medio ambiente? ¿Qué lo reconocemos y que nos importa? ¿Nos importa porque tiene valor intrínseco o porque nos afecta a nosotros? Este número está dedicado íntegramente a desarrollar algunos de los ámbitos que se enmarcan dentro de la Green Criminology, esperando que sirva para contribuir al debate en torno a esta nueva rama de la criminología.