Desde la Coordinadora Estatal de Ciencias Ambientales, entidad que representa a los Colegios Profesionales y Asociaciones Profesionales de Ciencias Ambientales del estado, entre ellos COAMBA, queremos mostrar nuestro desacuerdo ante la nueva reforma universitaria.
La Coordinadora Estatal de Ciencias Ambientales reúne a estudiantes, licenciados, graduados y doctores en Ciencias Ambientales y tiene entre sus objetivos el de velar por unas enseñanzas de Ciencias Ambientales de calidad, que formen profesionales del medio ambiente capacitados para el desarrollo de su actividad profesional y así lo ha demostrado desde su creación con la participación en la adaptación al EEES de las Ciencias Ambientales, la elaboración de la Guía CECCAA Para la renovación y adaptación al EEES de las enseñanzas de Ciencias Ambientales (Ed. revisada el 23 de noviembre de 2007) y el apoyo continuo a las universidades que imparten Ciencias Ambientales.
El pasado 30 de enero fue aprobado en Consejo de Ministros el Real Decreto por el que se modifica el Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales y el Real Decreto 99/2011, de 28 de enero, por el que se regulan las enseñanzas oficiales de doctorado y que ha sido publicado en el BOE nº 29 del martes 3 de febrero de 2015.
Este Real Decreto establece la posibilidad de que las universidades implanten planes conducentes a la obtención de títulos de grado con cargas lectivas entre 180 y 240 ECTS. Para acceder a programas de Doctorado deberán cursarse en ambos casos un total de 300 créditos ECTS, lo que supone que aquellas universidades que opten por planes de 180 ECTS (3 cursos), deberán ofertar masters de 120 ECTS (2 cursos), y las que mantengan los actuales planes de grado de 240 ECTS (4 cursos) podrán impartir masters de 60 ECTS (un curso).
Desde la Coordinadora Estatal de Ciencias Ambientales, consideramos que la reducción de un curso para las enseñanzas de Grado en Ciencias Ambientales supone una disminución de la calidad de la enseñanza y una merma en los contenidos mínimos que ha de poseer un ambientólogo para desarrollar su labor profesional. Esto conllevará graduar a estudiantes con una menor formación académica, que deberán competir con profesionales más formados aunque con igual título universitario. Además, de esta forma se crearían desigualdades en función de la universidad de estudio, lo que puede llevar a los profesionales a encontrar dificultades para acceder al mercado laboral, por poseer menor formación que otros titulados.
Por todo ello, desde la Coordinadora Estatal de Ciencias Ambientales, como representantes de los ambientólogos y ambientólogas del estado, hemos trabajado y trabajaremos para defender planes de estudio de calidad, de 240 ECTS, que conlleven la preparación de profesionales cualificados y capaces de enfrentarse al mercado laboral con garantías de éxito.