El Día Mundial de las Aves Migratorias es una campaña anual de sensibilización que destaca la necesidad de la conservación de las aves migratorias y sus hábitats. Tiene un alcance mundial y es una herramienta eficaz para ayudar a crear conciencia mundial sobre las amenazas que enfrentan las aves migratorias, su importancia ecológica y la necesidad de cooperación internacional para conservarlas.
La contaminación lumínica será el tema central de la campaña del Día Mundial de las Aves Migratorias 2022, que se llevará a cabo el 14 de mayo de 2022.
La luz artificial está aumentando en todo el mundo al menos un 2% al año y se sabe que afecta negativamente a muchas especies de aves. La contaminación lumínica es una amenaza importante para las aves migratorias, ya que les provoca desorientación cuando vuelan de noche, provoca colisiones con edificios, perturba sus relojes internos o interfiere en su capacidad para emprender migraciones de larga distancia.
Las soluciones a la contaminación lumínica son fáciles de encontrar. Por ejemplo, cada vez más ciudades del mundo están tomando medidas para atenuar las luces de los edificios durante las fases de migración en primavera y otoño. También se están elaborando directrices de buenas prácticas en el marco de la Convención sobre las Especies Migratorias para abordar este problema cada vez más grave y garantizar que se tomen medidas a nivel mundial para ayudar a las aves a migrar de forma segura.
¿Por qué aves migratorias?
La migración aviar es un milagro natural. Las aves migratorias vuelan cientos y miles de kilómetros para encontrar las mejores condiciones ecológicas y hábitats para alimentarse, reproducirse y criar a sus crías. Cuando las condiciones en los sitios de reproducción se vuelven desfavorables, es hora de volar a regiones donde las condiciones son mejores.
Hay muchos patrones de migración diferentes. La mayoría de las aves migran de las áreas de reproducción del norte a las áreas de invernada del sur. Sin embargo, algunas aves se reproducen en el sur de África y migran a las áreas de invernada del norte, u horizontalmente, para disfrutar de los climas costeros más templados en invierno. Otras aves residen en las tierras bajas durante los meses de invierno y suben una montaña durante el verano.
Las aves migratorias tienen la morfología y fisiología perfectas para volar rápido y largas distancias. A menudo, su viaje es agotador, durante el cual llegan a sus límites. El playero rojizo tiene una de las rutas de migración total más largas de cualquier ave, viajando hasta 16 000 kilómetros dos veces al año. Se reproduce en Siberia y pasa el invierno en la costa oeste de África, algunos incluso llegan hasta la punta de Sudáfrica.
Es realmente sorprendente cómo las aves migratorias pueden navegar con precisión milimétrica. No se comprende exactamente cómo las aves migratorias encuentran sus rutas de vuelo. Se ha demostrado que son capaces de orientarse por el sol durante el día, por las estrellas por la noche y por el campo geomagnético en cualquier momento. Algunas especies incluso pueden detectar luz polarizada, que muchas aves migratorias pueden usar para navegar de noche.
Por qué las aves migratorias necesitan protección
La migración es un viaje peligroso e implica una amplia gama de amenazas, a menudo causadas por actividades humanas. Y tan diversas como son las personas y sus hábitos en diferentes países, también lo son las amenazas que enfrentan las aves. Dado que las aves migratorias dependen de una variedad de sitios a lo largo de su área de distribución, la pérdida de sitios de invernada y escala podría tener un impacto dramático en las posibilidades de supervivencia de las aves.
Volar largas distancias implica cruzar muchas fronteras entre países con diferentes políticas ambientales, legislación y medidas de conservación. Es evidente que se requiere la cooperación internacional entre gobiernos, ONG y otras partes interesadas a lo largo de toda la ruta migratoria de una especie para compartir conocimientos y coordinar los esfuerzos de conservación. El marco legal y los instrumentos de coordinación necesarios para tal cooperación son proporcionados por acuerdos ambientales multilaterales como CMS y AEWA .
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Fuente: un.org/es