Día Internacional de la Conservación del Suelo – 7 de julio de 2023

Cada 7 de julio se celebra el Día Internacional de la Conservación del Suelo, desde 1963, con el objetivo de concienciar a las personas de la importancia fundamental que tiene la tierra dentro del equilibrio medio ambiental.

Se eligió este día en honor al científico estadounidense Hugh Hammond Bennett, quién dedicó su vida a demostrar que el cuidado del suelo influye directamente en su capacidad productiva:

«La tierra productiva es nuestra base, porque cada cosa que nosotros hacemos comienza y se mantiene con la sostenida productividad de nuestras tierras agrícolas».

En un mundo donde se habla continuamente acerca del cambio climático, casi nadie se ha parado a pensar en cómo afecta la contaminación o la explotación excesiva de los suelos a la destrucción del medio ambiente, poniendo en riesgo la supervivencia de las especies.

Importancia de la conservación de los suelos

El suelo en realidad es un sistema que vive cambiando constantemente, lo que lo transforma en un recurso altamente complejo. No sólo sirve como soporte para todas las formas de vida, como las plantas y animales, sino que además sirve de sustrato para el crecimiento de la vegetación, garantizando los nutrientes necesarios para todas las especies.

Desde el punto de vista agrícola, los suelos funcionan como el canal de comunicación entre el productor y su cultivo, ya que a través de las acciones que este realiza, la calidad y el tamaño de su plantación variarán drásticamente.

¿Qué es la desertificación de los suelos?

La desertificación es un proceso de degradación ecológica en el que los suelos fértiles pierden total o parcialmente su capacidad productiva. Este fenómeno se puede dar por tres causas principales, que son:

  • La deforestación: causada por la tala indiscriminada de acres de bosques o grandes extensiones de vegetación, destruyendo así la superficie forestal y por ende la calidad de los suelos.
  • El uso desequilibrado de los suelos: el uso excesivo de un suelo puede degradarlo de forma irreversible. De entre todos los tipos de degradación que puede sufrir un suelo, la peor es la erosión o lo que es lo mismo, la perdida de capas fértiles que limitan la capacidad productiva de ese suelo.
  • Mal uso de equipos mecanizados: el mal uso que se le pueda dar a una máquina o el mal mantenimiento de las mismas, puede causar estragos en el terreno, contaminándolo con productos químicos como aceite, gasolina o diésel. Pero también puede acelerar el proceso de erosión de zonas terrestres.

Afectando directamente a la conservación de los suelos.

Fuente: diainternacionalde.com

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